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Una dedicatoria. Patri e Iván.

«Ver nuestro reflejo en las fotos de Rubén, es como tener la sensación de haber sido los protagonistas de un cuento de hadas»
Es la mejor definición de lo que provocan sus fotos.

Conocimos a Rubén (junto con Cris) en una feria de bodas, y lo cierto es que sus trabajos nos cautivaron, eran exactamente lo que andábamos buscando.

Siempre habíamos tenido claro el tipo de fotografía que queríamos para el día de nuestra boda. Nos gustaban esos trabajos alegres, nada forzados y frescos que habiamos visto tantas y tantas veces en la web y cuando vimos el álbum de Rubén, esa sensación de, este es nuestro fotógrafo, se apoderó de nosotros!!!

Nos reunimos con ellos y cual fue nuestra sorpresa al descubrir que Rubén había estudiado con nosotros en la misma academia de diseño… era una señal sin duda!! Nos lanzamos a la aventura y fue una cierto total.

El día de la preboda estábamos muy nerviosos, sabíamos que debíamos ser naturales pero sin poner «caras» y fue todo un desafío… Lograr estar tranquilos, hablar lo justo y no poner caritas raras fue una gran hazaña, pero gracias a Rubén que tiene más paciencia que un santo y a su gran sentido del humor fue fenomenal, verle tirarse al suelo con una rama en una mano, la cámara en la otra y diciéndonos hay que captarlo, no tiene precio!!

La luz, el paisaje, la buena energía que se desprendia… te hace sentir tan cómoda que te ves capaz de hacer cualquier cosa, incluso subirte a una piedra, sobre un río, llevando cuñas… y el resultado es simplemente espectacular!!

Después de ese día fue enseñándonos pequeñas píldoras del resultado y la verdad que nos encantaron nuestras fotos, eran perfectas, lo que siempre habíamos buscado, así que la impaciencia por el día B empezó a aumentar!!

Y el gran día llego!!
Me acuerdo que antes de que Rubén y Cris llegaran a casa, me escribió Iván, y me dijo, hemos hecho las fotos en el jardín, estoy seguro que nos van a encantar y así fue, captó todos los pequeños detalles, las emociones, las risas y los nervios y así fue toda la boda.

Las fotos de la iglesia son impresionantes y las que nos hicimos antes de ir a la finca transmiten tanto…
Rubén fue nuestra mejor elección, estamos tan felices de haberle conocido que sin duda vamos a repetir en cuanto podamos, ya tenemos la post boda en mente y en cuanto aumentamos la familia volveremos a hacerle participe, porque más que un fotógrafo se ha convertido en un amigo, con el que reír, llorar y compartir los momentos mágicos de nuestra vida.

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